La pérdida de confianza del público puede tener graves consecuencias para una figura pública. Una celebridad suele ser una marca en sí misma, por lo que su comportamiento afecta su reputación y sus oportunidades laborales. Así lo está viviendo el conductor e influencer Daniel «Ex Huevo» Fuenzalida, quien debido al registro de marcas y dominios sin informar previamente a sus socios, ha generado una ola de críticas que ha afectado su imagen y reputación. La situación lo ha llevado a terminar proyectos y a ser congelado de negociaciones.
Estamos acostumbrados a pensar en la reputación e imagen dentro las organizaciones. ¿Pero qué pasa con el control de daños cuando los que atraviesan una crisis comunicacional son personas individuales? Personas cuyo comportamiento está bajo constante escrutinio público, y cuya carrera puede terminar con una mala declaración o un mal movimiento.
¿Qué fue lo que pasó?
Daniel «Huevo» Fuenzalida tenía un pódcast exitoso junto a la influencer Rocío Bravo desde finales de 2023, llamado «¿Dónde están los weones?». Este programa, sin embargo, terminó abruptamente luego de que Bravo se enterara que su compañero había registrado la marca a su nombre sin avisarle previamente.
Si bien Fuenzalida declaró que lo ocurrido había sido un malentendido, no ha sido suficiente para detener la ola de críticas y acusaciones que ha surgido en su contra. Desde el cese de negociaciones de un importante canal con el animador, hasta declaraciones de un exsocio que afirma que el «Huevo» lo habría traicionado de la misma manera en la que lo hizo con Rocío Bravo.
¿Qué consecuencias hubo y por dónde empezaría el control de daños?
Nuestras acciones, tanto si somos una organización o una persona, tienen consecuencias. En el caso del «Huevo» Fuenzalida, las consecuencias de esta crisis comunicacional son:
- Pérdida de credibilidad
- Deterioro de las relaciones
- Daño a la imagen pública
- Fuga de ingresos
Sin embargo, aún las crisis nos pueden dar lecciones valiosas sobre qué debemos hacer. Incluso podemos aprovechar las crisis a nuestro favor, con un correcto control de daños, que nos permita demostrar que podemos aprender de nuestros errores.
En el caso del «Huevo» Fuenzalida, las lecciones aprendidas podrían ser:
- La importancia de la transparencia: es fundamental ser transparente y honesto en las relaciones profesionales y personales.
- El respeto a la propiedad intelectual: es importante respetar la propiedad intelectual y los derechos de autor de los demás.
- La importancia de la comunicación efectiva: la comunicación efectiva es clave para evitar malentendidos y problemas en las relaciones profesionales y personales.
¡Y no sólo nos deja lecciones en el ámbito comunicacional! Mira este artículo del Diario Constitucional, donde se aborda la importancia de formalizar marcas compartidas
Evaluamos el control de daños
¿Las acciones correctivas que hizo Daniel Fuenzalida fueron suficientes? Evidentemente no. Un correcto control de daños va más allá de decir que lo sucedido fue un error y que no había malas intenciones tras su iniciativa de registrar «¿Dónde están los weones?».
Y si bien Daniel Fuenzalida cedió la marca a Rosario Bravo, esta acción no ha logrado detener la cobertura de prensa de su persona. Estos espacios han propiciado una constante especulación sobre su figura, lo que contribuye a la destrucción de su reputación.
En este caso, la contraparte ha mantenido un bajo perfil. Sin embargo, el poder mediático que tiene Rosario Bravo podría ser muy destructivo para Fuenzalida si ella decidiera usarlo en su contra, arruinando aún más su reputación.